Bienvenidas y bienvenidos a todas las madres y padres interesados en la Crianza Positiva y la Convivencia Familiar.

En esta sección iré publicando pequeños post que os puedan ser de ayuda en la Crianza de vuestros hijos e hijas, siempre pensando que la Crianza es algo que no solo afecta al niño en su desarrollo, sino también al hacer y bienestar de los progenitores en el día a día con sus hijos.

Ambos aspectos, la atención, cuidado y cariño que reciben los hijos, como el hacer y el manejo de situaciones que llevan a cabo los padres, debe ser equilibrado y saludable, es decir, que nos aporte bienestar y satisfacción a ambas partes.

Tanto hijas e hijos, como madres y padres, necesitan que ese proceso de vivir, convivir y desarrollar las rutinas del día a día, sea algo agradable, que nos reporte bienestar emocional y sensación de que lo estamos haciendo bien como madres y padres. Necesitamos sentirnos seguros con cómo vamos manejando y haciendo las cosas con nuestros hijos en cada situación que se nos presente.

Hacer sentir bien cuidado, bien atendido, bien tratado y querido a mi hijo, me ayudará a sentirme como madre o padre, bien conmigo misma-o.

La Parentalidad Positiva implica tener claras algunas cosillas en el quehacer diario con nuestros hijos, en cuanto a cómo acompañarles en sus rutinas, cómo atender sus emociones, cómo decirles no de forma adecuada y no sobreprotegerles por miedo a ……que no me quiera, que se enfade, que llore o tenga una rabieta…..

Por eso, es importante ir teniendo algunas cosas claras para manejar las situaciones de cada edad de forma positiva para el niño y para nosotros como padres.

Hoy os voy a hablar del sueño: cómo hacer la rutina del sueño por las noches.

Muchas parejas me plantean esta cuestión en las sesiones de Orientación Familiar, porque tiene problemillas y las cosas no van bien y no saben qué está fallando.

Lo primero, ante una situación que nos causa malestar y que no sabemos qué hacer con ella, es pararnos a ver qué estamos haciendo para solucionarlo, qué herramienta o forma de llevarlo a cabo estamos desarrollando, y si no funciona y repetidamente se nos plantea el mismo problema, es que esa solución o herramientas no es válida, o quizás el modo de aplicarlas no es el adecuado.

En Psicoterapia decimos que “si una solución no resuelve el problema, y este continúa en el tiempo, es que es una solución no válida. Necesitamos cambiar de estrategia, y buscar una solución diferente”

En el sueño del niño debemos plantearnos varios aspectos que es importante tener en cuenta:

  • Momento de entrada a casa por la tarde después del paseo, o si no hemos salido, hora en la que ya empezaremos con los preparativos para bañar, cenar…..

En ese momento, vamos anticipando al niño-a lo que vamos a ir haciendo a partir de ese momento, contándole que vamos a bañar, a cambiar de ropita, a prepararle poco a poco para después cenar.

  • Momento Baño: este es un tiempo de conexión emocional, que utilizaremos para reforzar el vínculo afectivo con nuestro hijo. Por eso es importante que no lo realice siempre el mismo progenitor. Tanto madres como padres necesitamos participar de cada rutina, y que el niño se acostumbre a que le bañe, le cambie, le vista, le dé de comer o cenar, le lleve a la camita…..tanto uno como otro.

Anticipar lo que vais a hacer y lo que vendrá luego es una buena estrategia para que el niño esté preparado para ese agua por la cabeza en el baño que quizás no le gusta mucho, o ese cambiar el pañal que le molesta, o ese cambio de ropa……, simplemente anunciándole “Y ahora, cariño, vamos a mojar la cabecita, que ya sé que no te gusta mucho…..”.

Podemos acompañarlo de una canción, inventada o no, y que haga referencia a ese acto en concreto, por ejemplo, cómo mamá pato bañaba a sus hijitos y les mojaba la cabeza y había uno que no le gustaba …..

Y poniendo ejemplos con animales les trasladamos a otra realidad en su mundo mágico que les relaja mientras hacemos lo que necesitamos en ese momento con nuestro hijo (bañar, cambiar, vestir…).

Anticiparle lo que vamos a hacer después, le situará con predicción sobre el momento, y esto es ya una estrategia para evitar lloros.

  • Momento cena: en este tiempo aprovechar para contarle cositas sobre los alimentos, cómo crecen, se cultivan, o los animalitos: los pollitos, la vaca, la leche…Utilizar esos libros animales que les encanta ver y les va ampliando el aprendizaje, la atención y la comunicación. No olvidéis que todo lo que le habláis a vuestra hija-o fomenta su lenguaje, su comunicación y su socialización.
  • Momento previo a dormir: se trata de ir hacia su habitación empleando ya una voz más suave, que le vaya relajando y preparando para el sueño. En ese tiempo es recomendable leerle un cuento cortito o inventarnos una pequeña historia, casi susurrando, sin alterarle, sin sorpresas o sonidos en el cuento o la historia que le saquen de la relajación que va alcanzando. Abrazarle, darle besitos, acariciarle suave y despedirnos, diciéndole siempre cuánto le queremos, y que queda en paz y protegido en su camita o su cuna.

Si lo necesita, le dejaremos ese peluche o elemento simbólico que le genera seguridad y calma.

Es muy importante que durante todo el tiempo desde que comenzamos el proceso hacia el sueño, el niño no se altere, no juguemos con ellos de forma que se exalten, con músicas que nos gustan a nosotros pero que son demasiado marchosas, o con juegos que exaltan, pues lograremos el efecto opuesto al que buscamos cuando queremos que se quede dormido.

En las consultas de Orientación Familiar me he encontrado con muchas parejas que por sus horarios de trabajo, no habían visto a su hijo en todo el día, y al llegar a casa era una juerga, cantando las canciones que compartían de rock duro, y que en esos momentos de ir a dormir, desde luego no ayudaban al niño a calmarse, por más que fuese una canción que en otros momentos les hacía reír y les vinculaba. El niño se alteraba muchísimo, afectándole después al sueño. Es verdad que la situación familiar a veces no nos facilita las cosas como madres y padres, pero siempre podemos buscar una solución que nos satisfaga como progenitores y que para nuestros hijos sea positivo.

A veces es solo cuestión de algún cambio en la forma de organizar la semana. Debemos recordar que ahora ellos son el centro, y nosotros y nuestras necesidades pasan a un segundo plano, aunque sin olvidar nuestras necesidades. Es normal que nos apetezca estar con ellos y jugar y reír después de todo un día de trabajo sin verles, y que quizás nos haga sentir que nos estamos perdiendo algo en su Crianza. Pero como os digo, podemos encontrar formas de organizarnos que nos ayuden a sentir que estamos siendo buenas madres y padres, y que el vínculo con nuestro hijo se fortalezca y no se debilite.

A veces una videollamada a media tarde para mantener el contacto puede ser un remedio ante algo que no podemos cambiar, que es el horario de nuestro trabajo. Otras veces incluso ha sido posible establecer otro modo de organización en la familia, o incluso a habido casos que se plantearon un cambio en turnos o un cambio de trabajo.

Cada caso es diferente y se pueden encontrar formas de adaptar la realidad a las necesidades del momento. Quizás entre semana no podemos saciar esas ganas de jugar y trastear con nuestros hijos por temas de trabajo y tendremos que ver cómo compensar esos ratos durante los fines de semana, aprovechando para hacer esas rutinas de levantarles, darles de desayunar, bañarles, jugar…..y compensar dentro de la pareja los tiempos.

Pero de la compensación de los roles como padres dentro de la pareja os hablaré otro día.

Espero que estas indicciones sobre el sueño hayan sido de ayuda para vosotras y vosotros, pues sentiros bien con el tema del sueño de vuestro hijo es algo muy importante en la satisfacción personal de cada día en nuestro rol de madres y padres.

Un placer acompañaros. ¡Hasta pronto!